Lucho incansable por que no se me muera el blog.
Ojalá no se me muera. A veces me persigue esa obsesión, esa maldita obsesión. Contra la que lucho sin piedad.
Pero me tendré que someter a mi Destino, que aún no sé ni caul es, y si es que existe alguno para mí...
Besos.
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